Yo siempre tuve en claro que quería ser escritor, desde que me vine acá, en el 91. Y también tenía claro que si uno quiere ser escritor, lo peor que puede hacer es estudiar Letras.
Primero me di cuenta solo, luego me lo confirmaron escritores que yo respeto y admiro como Adolfo Bioy Casares y Ricardo Piglia, entre otros.
Luego, la nunca bien ponderada revista "V de Vian" lo sintetizó porteñamente con la genial frase: " Estudiar Letras para ser escritor es como estudiar ginecología para ser un gran cogedor". Escribir y coger, nunca tan bien puesta la equivalencia.
Pero parece que los tiempos han cambiado. Ahora los que acceden a publicar, aparte de los acomodados de siempre, parece que son los de Letras. Todos publican, trabajan en periodismo y dan talleres literarios. Inventan movidas, se prologan, se escriben reseñas y elogios, editan sus propias y arbitrarias antologias.
Que nadie lee claro, pero ese es otro tema.
Ojo, conozco alguna gente de Puan que es muy piola. Una vez fui de visita a un taller de una Licenciada y ella alabó mi escritura, tan simple, tan llana. Lo cual es cierto, me gusta ser llano como era Bioy, como era Salinger, como era Hemingway, pero eso no lo tomo a priori como un defecto, hay mucho trabajo entre lo que se dice y lo que se sugiere, lo que queda afuera.
Si bien algunas cosas de Joyce y Proust me gustan, cuando quiero escuchar música me compro un cd. Cuando leo y escribo me gusta que haya una buena historia simplemente.
Pero bueno, estaba en que la chica me elogió pero en un momento dió por hecho que yo iba a hacer el taller con ella, porque dijo que yo era humilde, quería aprender...
Esta tendencia de que el que va a Universidad le enseña a escribir al autodidacta viene claramente de los 90, cuando cayó toda la mierda neoliberal de estudiar y hacer posgrados y papers y ahora parece que para entender de literatura hay que ir a Harvard.
Pero ojo, hay excepciones que confirman la regla: conozco un joven que es editor de cultura de un diario y también da un taller literario, siendo...periodista de TEA.
Y asi es como están las cosas, los que están adentro y los que estamos afuera.
Ellos enseñan a escribir, dan talleres, escriben y diseñan sus propios elogios.
Y nosotros tenemos que hacer talleres con ellos, no tanto para aprender a escribir, sino más bien para ver si alguien nos da un poco de pelota.
¡Buenísimo!
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 1 día.
6 comentarios:
Texto claro. El problema es que, si éstas son premisas, a qué tipo de respuestas queremos llegar.
El problema está planteado, ¿pero qué querés vos, Pablo?
Quiero todo!
Toda la gloria y las mujeres y más, mucho mas!
Alguna duda?
Sí. Ahora quedan todas las dudas.
Un signo de interrogación como cabeza, te diría.
Ay Luli, la gente que se toma la vida demasiado en serio sufre mucho.
Festejemos el humor, que es belleza, que es inteligencia.
Amen.
No te hagas drama, no todos los ginecólogos se enroscan en tanto conocimiento, otros son, fueron y vamos a ser buenos garchadores, sin importar el manual.
Futura Licenciada, jaja.
Ja! Grande Barbie!!
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