Justo en el momento en que creia que el bahiense Daniel Lorelli me dejaba un comentario en el post anterior, yo estaba en su ciudad natal jugando al ajedrez.
El ajedrez se ha convertido en una excusa para pasarla bien, ganar y recuperar amigos. El finde estuve en casa de los Osorio y los Jovell disfrutando de la pileta y la buena vida.
Asi que llegué al lunes algo limado, con unos 40 grados y la humedad de ese pozo/pueblo gigante de medio millón de personas que es Bahia.
El torneo se jugó en el Salón Blanco de la Municipalidad. Que lindo! dije, va a haber aire!. No había ni ventiladores. Me descompuse y fui al baño: no había inodoros ni papel, estaban esos agujeros que creía extirpados definitivamente de la civilización. Me fui en busca de un Bar salvador.
El torneo bien gracias, quedé lejos de la punta pero igual estuvo entretenido, corrobar en que se puede experimentar y en que no.
Llegué anoche a Suárez via Pigüé y hoy parto a Baires.
Salud no Bahia Blanca, pero si bahienses!
Recurso
-
Hace mucho tiempo yo tenía un recurso
para escapar de la tristeza
imaginaba una sábana blanca colgada al sol
yo era esa sábana que recibía
el calor y l...
Hace 4 semanas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario