Disfruté mucho la prosa amable de Gustavo Bove, gran periodista y escritor que ya había escrito otro gran libro sobre Gustavo Cerati.
Con Miguel Angel Mateos yo entré en el rock nacional: su casette de "Rockas vivas" fue lo primero que me regalaron y escuché embelesado como todo un país. Durante mucho tiempo fue el disco más vendido de la Argentina hasta que lo desbancó "El amor después del amor" de Fito Paez.
Hay un misterio que el libro no aclara del todo pero aporta pistas. Porqué un tipo considerado fundamental en todo el continente es tan odiado y ninguneado en la Argentina.
Sin duda que es un tipo difícil Miguel, un hombre de pocos amigos.
Hay un ego importante y una ambición desmedida que lo llevó a lograr lo que nadie se animaba a hacer: conquistar Latinoamérica y luego meter el rock en español en EEUU.
De ahí viene el mote que le pusieron en México: el jefe.
Pero igual no me termina de cerrar porqué a Charly García se le aplaudió siempre cualquier boludez y a Michael no se le perdona una.
El libro muestra a un hombre obsesivo con su trabajo que se recuesta mucho en su familia y que no tiene problemas en decir las cosas de frente, echar a los integrantes de Zas e incluso llevarse mal con algunos periodistas.
Yo recuerdo particularmente una entrevista que le hizo Barili no hace tanto en un canal de cable, donde el periodista de Telefé le mostraba sus discos y se babeaba y Mateos estaba en dificíl, en estrella, contestaba todo con monosílabos.
Si, un tipo difícil, pero brillante.
Seguí fanáticamente su carrera con Zas hasta el último disco que es precioso y luego el primero solista "Obsesión" que también es un discazo. Luego lo perdí un poco de vista y me volvió a fascinar otro disco en vivo que hizo por 2011 que se llamó "Primera fila" donde suena tremendamente una banda en vivo haciendo todos los temas que conocés y más.
Hoy el patito feo del rock nacional está en una etapa sinfónica y hasta compuso una ópera.
Y tiene un libro a la altura de su leyenda.
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