domingo, marzo 31, 2019

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO





"Porque mi hijo estaba muerto y volvió a la vida. Porque estaba perdido y fue encontrado."




Hoy hace exactamente dos años, como a esta hora, papá dejaba este mundo.
Por un tiempo supongo.
Quien sabe, tal vez ya reencarnó y ahora se llama Lucca. O Pepa.
No soy de ir a los cementerios porque allí solo hay huesos y podredumbre.
Pero fui a misa solo, como hacía años que no iba.
Venía de la misa pagana, del festejo del campeonato de Racing, allí en el centro, con birra, banderas y bengalas.
Me acordé entonces de papá, del abuelo scipione y de gustavo cerati, claro, como no.
Y cuando fui a la misa católica elevé una plegaria por todos ellos.
Y un curita joven y simpático la emprendió con la parábola del hijo pródigo, como si me estuviera apuntando directo a los ojos.
Son raros estos católicos, a veces hasta te sorprenden para bien.
Respeto más al cura y al diácono de Suárez que al Papa y demás charlatanes.
Y hubo algo profundamente revolucionario, marxista y amoral en lo que dijo el curita.
Que uno puede hacer cualquiera, gastársela toda y si luego se arrepiente de verdad y pide perdón, es mejor que el que siempre laburó sin protestar pero se cree mejor que el pródigo.
Pensaba que estoy totalmente de acuerdo, pero luego se complica cuando la pienso un poco más y veo que algunos cumplen trabajando y fallan de otro lado y también deben ser perdonados, por envidias, traiciones y difamaciones varias.
Es más complejo.
En síntesis.:que nadie tiene derecho a creerse mejor que nadie desde un punto de vista ni ético, ni moral, ni económico, ni intelectual.
Así que la aparente sencillez de esta parábola de Jesús, reviste una complejidad tremenda, como la vida misma.
Lo dejo a tu criterio.








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