LA PRÓXIMA PORNO DE ALBERTINA

Anoche fui al MALBA a ver "Las hijas del fuego".
El público diverso, bello, cool, freak, era impagable y daba para una o más películas.
La quería saludar a mi amiga Albert pero no se hizo ver, me debe la fiesta loca que me prometió.
Cuando se estrenó la película, me la pasó por mail y la vi en mi computadora, obviamente es un flash verla en pantalla grande, se ve mucho más exhuberante, visualmente portentosa, pero además, no se si aluciné pero me da la impresión que la versión que me pasaron a mi era más básica, que la que vi ayer tenía más escenas, más coherencia y cohesión.
Cosas que pasan.
La peli es una obra maestra, lo único que le sacaría es la secuencia que implica a Erica Rivas, todo eso me parece horrible y fuera de lugar, más allá de que implica un homenaje a Lucrecia Martel y su Rey Muerto. Que se entierre allá en la nieve con Bjork, la nihilista esa.
Y es que el gozo puesto en escena, el placer desenfrenado y delirante de la película, me parece religioso en serio, al menos como lo concibe Osho y como lo concibo yo. El frenesí de estar vivo, al límite.
Eso es Dios, para Osho, para Albertina y para mí.
De hecho, estoy escribiendo la próxima porno de Albertina, ya voy por la mitad.
La vamos a protagonizar Pampita y yo.
Esta implica una vuelta de tuerca al sexo sesgado, de trinchera, de Las hijas del fuego, llegó la hora de abrir la mente y el panorama.
Ir más allá de las etiquetas lésbicas, gay o hetero.
En la película, la pareja hetero que protagonizamos Caro y yo, comienza a experimentar tríos y luego todas las variantes posibles del sexo.
Es un canto al placer y la libertad total. Sin ghettos.
Y se llama, obviamente: Buenos Aires.
Albert, si querés que te muestre algo más, mandame un sms.