sábado, marzo 12, 2011

STING


No quisiera seguir sanateando sobre mi ya famosa neurosis obsesiva, pero pensaba estos días cuanto me marcaron ciertas canciones escuchadas obsesivamente en la adolescencia. Pensaba, por ejemplo, como escuchaba fascinado: "Cada vez que respires" de The Police. Ser un pendejo freak y pensar y sentir que es la mejor canción de amor. Y hace poco, cuando la volví a escuchar, sonreí socarronamente valorando el enorme y perverso talento del rubio compositor, Gordon Mathew Summer, alias "Sting". Porque hay que estar un poco loco para pensar que "Every Breath you take" es una canción de amor, y sin embargo, creo que varias generaciones crecimos escuchándolo como el lento perfecto.
Entonces, hoy que ya se volvió demodé el inglés, creo que es hora de volver a analizar su obra en frío. Porque da para mucho, no sólo Police sino también su carrera solista. Pero, volviendo a los 80, que loco, escuchábamos como canciones de amor ese himno del loco obesivo que le promete a la mina acosarla hasta la muerte y después "Roxanne" una canción a una prostituta donde se la juzga y se la bardea bastante mal. Raro Gordon, como que se divertía pervirtiendo los modelos clásicos de canción. Como que nunca entendimos del todo su humor ácido y socarrón de british.
Porque hubo otra imagen en los 90 del cantautor comprometido con los Derechos Humanos y las causas justas que comenzó fascinándonos y terminó cansando a todo el mundo y claro, la moda que hoy te pone en un pedestal y mañana te olvida alegremente.
Letrista refinado, Licenciado en Letras, músico sutil, recuerdo como una etapa feliz la de sus coqueteos con el jazz, otro cruce pretencioso y arbitrario.
No hace tanto volvió "The Police" y fascinó nuevamente.
Es hora de recuperar su discografía y ver como suenan ahora esas canciones y juzgar al personaje inasible, burlón, flemático, genial.

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