viernes, marzo 12, 2010

¡PARE DE SUFRIR!




Hay que decirlo: ahora hay como una moda que todos los artistas e intelectuales son budistas. Yo no me declaro descubridor de la pólvora pero leo textos budistas desde chico y en los últimos años me interesé por la práctica también. Un día aparecí en Furaibo y me sorprendió la amalgama entre la simpatía y la sabiduría natural de Gustavo que enseña un budismo apto para todo público y en un idioma totalmente argentino. Tomamos un té con galletitas mientras filosofamos y luego de la práctica suele agasajar a sus alumnos con algunas piezas de sushi. Todo gratis, de onda.
Monje, empresario, padre de familia, Gustavo Aoki es un descendiente de japoneses que tiene un pie en Argentina y otro en Japón. “Vengo de una familia japonesa que vive en Argentina. Mis padres eran budistas pero nunca tuve tanto acceso a libros e información. Yo no entendía mucho en qué consistía el Budismo. Justo que estaba estudiando en la Universidad vino un maestro de Japón y mi padre me lo recomendó. Fue así como empecé a acercarme.Yo no decidí ser monje budista, lo que quería era estudiar el Budismo. Este monje que conocí acá me ofreció muchas veces irme a estudiar a Japón pero yo al principio no tenía interés en ser monje. Justo en las vacaciones de ese año me fui al sur, porque soy fanático del trekking y tuve una experiencia límite, en la que casi muero, lo cual me hizo replantearme las prioridades de mi vida y decidí que más importante que estudiar era encontrar un camino de vida, lo que me decidió a aceptar la propuesta de este maestro y me fui a estudiar a Japón. Pero primero me pusieron a prueba en un templo de nuestra orden que está en Brasil, en San Pablo. Me enseñaron las cosas básicas, como ser monaguillo, y vieron que tenía aptitudes para ser monje. Estuve tres meses allí y quedé muy contento así que me fui por 3 años a Japón.”

Parte de la Religión:

Hay muchas cuestiones que no suelen quedar muy claras, que no se entienden bien: ¿Qué es el Budismo? ¿Una religión, una filosofía, un método? ¿Quién es Buda, un Príncipe, un Dios, el hijo de Dios?
“Religión es un término occidental, en Oriente no existe o si existe es algo aproximado para traducir. Allá la gente tiene creencias, formas de vida pero no religión. Un caso típico que siempre se cuenta es que Japón tiene 130 millones de habitantes pero cuando se suman cuantos fieles hay de los distintos cultos, resulta que tenemos unos 250 millones de fieles. O sea que hay personas que creen en 2 o más religiones a la vez. No tienen conflicto con eso. En Oriente es muy común creer en muchas cosas, no como acá. Si, es verdad que Buda no es un Dios ni el hijo de Dios, como en el Cristianismo, pero tampoco es un hombre común. Fue una persona que alcanzó la Iluminación, eso es lo que significa Buda, el iluminado. Lo cual no quiere decir que cualquiera de nosotros no pueda alcanzar lo mismo.”
Y en el principio está el sufrimiento, lo que lleva al hombre a dudar de este mundo de ilusiones. “No creo que esta vida sea la imperfección, lo que nosotros vemos son un montón de deseos que no son realizados y sufrimos por eso. Por más que uno tenga un billón de dólares, sea joven y la vida le sonría uno no va a ser feliz por eso. Los bienes materiales no hacen a la felicidad, pueden lograr que la vida sea más duradera pero de ahí a lograr la felicidad hay un trecho muy largo, sino todos los ricos serían felices. No es feliz aquel que tiene, sino aquel que no desea. Para el Budismo el hombre sufre porque desea y desea porque el ego lo domina, el ego es ignorancia. El Budismo lo que hace es aprender a no apegarse a nada. Es verdad que eso se opone a los valores que nos vende la sociedad, pero tampoco es una revolución, es un cambio de paradigma, en lo cual lo más importante es llegar a la felicidad y no satisfacer los deseos. No importa cuántos deseos puedas satisfacer, siempre se van a multiplicar hasta el infinito. En un comienzo lo que pensaba el Budismo era: para no desear, no tener. Pero el problema no es tener o no tener. El problema es desear o no desear. Uno de los grandes maestros de nuestra escuela decía: Lo más importante es la práctica. Si una mujer , una familia, un trabajo molestan en la práctica hay que dejarlos. Pero si por no tener nada de eso se afecta nuestra práctica, entonces es mejor tenerlos y practicar tranquilo. Todo está pensando en función de la práctica. Y la práctica en nuestra escuela es mayormente la entonación de mantras. Mi escuela de budismo fue la Escuela Shin de la Tierra Pura. Hay otras vertientes como el Budismo Zen que se concentran más en la meditación como método para alcanzar la Iluminación, en nuestro caso la práctica principal es la entonación de mantras.”

El Karma de vivir al Sur:

El Budismo también cree en otras vidas, en la reencarnación. “Mientras uno no pueda desapegarse y salir del Samsara, del ciclo eterno de la vida, va a seguir reencarnando. El karma se va llevando de vida en vida, es lo que debemos aprender y superar. La Iluminación es cuando uno consigue trascender y salir de la rueda de las reencarnaciones. Hay varias instancias previas a la Iluminación, como las chispas, los pequeños momentos en que uno accede a cierto conocimiento y ese efecto desaparece al poco tiempo. A eso le llamamos satori. Llegar a iluminarse es un trabajo arduo que a la mayoría nos lleva muchas vidas. Yo cuando volví de Japón estuve unos años a cargo de un templo de la Asociación Budista Argentina. Pero después me di cuenta que quería un lugar más abierto y aprender algo más. Como siempre me había gustado la cocina, pensé que poner un restorán sería una buena fuente de ingresos. Se me ocurrió esta mezcla de restorán-templo-casa de té y volví a Japón a entrenarme en cómo se manejaba uno.”
El resultado es Furaibo, un restorán de comida japonesa típica, no sólo sushi, sino también otras exquisiteces como los platos hechos de cerdo, especies de milanesas y también sopas. En eso se especializa Gustavo. Hay varias actividades como las clases abiertas y gratuitas de Budismo que se dan los martes a las 19.30 hs y también se enseña la ceremonia del té. Todo se desarrolla en Alsina 429.

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