lunes, agosto 11, 2008

LA RESPUESTA



Alejandro había ido a comer a lo de su amigo Miguel, quien había comprado una casa vieja en Colegiales y la estaba remodelando.
Pidieron una pizza, compraron un par de cervezas en el quiosquito de la vuelta y charlaron de los viejos tiempos.
Cuando habían terminado Miguel le ofreció mostrarle como iba la parte trasera de la casa, tenía un entrepiso donde serían las habitaciones.
Subieron por una precaria escalera unos 6 metros (la casa era de techos altos) y Miguel caminó por el borde de adentro, ignorando el falso techo de durlock, no lo dijo, pero era obvio que no había que pisar ahí. Alejandro pensó lo mismo, pero en una milésima de segundo se le cruzó la pregunta fatal: ¿por qué no?
Pisó sin miedo y ahí ya no vio mas nada, pero no parecía caer rápidamente, tuvo tiempo de pensar en todas las decisiones equivocadas que había tenido en su vida, pensó que este error era el mismo error de siempre, la pregunta ¿por qué no? Su pregunta del millón.
Pensó también en la chica que le dijo: porque no.


Pablo Miravent

4 comentarios:

el objeto a dijo...

un pensador balcánico lacaniano, Slavoj Zizek propone cambiar la coma de la famosa pregunta hamletiana, "ser o no ser, esa es la cuestión" por "ser o no, ésa es la cuestión"
otra pregunta del millón

gracias por la visita, me alegró que te gustara el laaarrrrgo post sobre la cuestión china olímpica, lo escribí un poco a partir de tus preguntas,

un abrazo

Pablo Miravent dijo...

Zizek, justamente alguien me hablaba de el...
Gracias por el asombro, amiga a la distancia.

Carlos Ardohain dijo...

me gustó el texto y me gustó la foto, esa sombra de una obra de Pablo Suárez, y me imagino que el rescate de esa imagen le hubiera gustado también a él, esa caída inasible, doblemente fatal.

Pablo Miravent dijo...

Gracias Carlos, te esperamos anoche con Natalia, estuvo todo muy bueno.
Otra vez será.