lunes, agosto 04, 2008

EL RITUAL DEL IDEAL

Lunes 4/8/08. Son las 15.30 hs y comienza a lloviznar. Doy una rápida vuelta por su morada, por ¿décima vez en total? Me sonrío ante la coincidencia. En el edificio de al lado vivía una chica que estaba enamorada de mi. No la correspondí. ¿Que sentirá su vecina?
Una sola vez en todo un año me la crucé, iba disfrazada pero igual la reconocí. Pero yo todavía esperaba la respuesta de otra y no me pareció de caballeros adelantarme y hablarle. Suele suceder. Nunca más me la crucé.
Antes vivía con su novio, ahora parece que no. Tampoco queda muy claro si está de novia. Conozco su edificio pero no el departamento. Y el portero me mira con recelo. Se ve que está acostumbrado a echar molestos.
Entro en la cafetería de la esquina, la busco entre las caras de las chicas pero no está allí tampoco. A veces tengo miedo de encontrármela de improviso y no saber que decirle. Mi típica baja tolerancia a la frustración. Idealizarla, imaginarla perfecta y que en un segundo te haga un gesto de desdén y siga caminando.
Estoy harto de ir en su busca, no creo que vuelva. En realidad lo cansador es que no comienza en ella, viene de lejos. Y como si estuviera hechizado, ninguna búsqueda llega a buen término: o no las encuentro nunca o me someten a un franeleo humillante.
Pero hay una diferencia con esta: mi aguda paranoia me da un panorama de buena gente, no traiciones, falta de códigos. Mi radar me dice que algo muy bueno se esconde en esa chica que se esconde.
En la historia perfecta, ella sabe de mi, lee mi blog y un día va a llamar. Ella puede ser la que rompa el hechizo.Pero hasta ahora todas fueron historias decepcionantes de una u otra forma.
Me tomo el café mirando la entrada a ver si hay sorpresas pero no, es el ritual de la tristeza.
A veces pienso que ponerle tanto valor a alguien que no conocemos, depositar tanta fé, tiene que ver con que la vida es muy aburrida. Y no con la pobre personita objeto de mi fantasía.

2 comentarios:

Estrella dijo...

"Es el ritual de la tristeza": me gustó esto, Pablo.
No se quién dijo que la persona amada es algo así como una percha donde vamos colgando todos los atributos que nosotros imaginamos. De ahí que las decepciones puedan ser tremendas.
Pero como bien decís, qué aburrido sería vivir sin estas cnstrucciones.

Pablo Miravent dijo...

Por fin coincidimos!
Ja. Gracias por pasar.