viernes, agosto 11, 2023

ES LO QUE ME TOCÓ

Hoy cumpliría 64 Gustavo Adrián Cerati Clark.

Enseguida me viene a la memoria un recuerdo de fines del 98 o principios del 99.

Ya lo conté en el mejor cuento que escribí, se llama "En el aire" y anda por ahí.

Pero en ese cuento parecía ficción, ahora viene la explicación.

Era, como decía, verano de fines de 1998 o principios de 1999.

Lugar: un bar que tenía la diseñadora Gaby Malerba, que se llamaba Ozono.

Esa noche tocaba en el bar una banda heavy de japoneses/argentinos que se llamaba Tintoreros.

Caí solo, como casi siempre y en un momento aparece Gustavo con Flavio Etcheto.

El show estuvo buenísimo, era en el sótano del lugar y una vez arriba, bebiendo copiosamente, lo veo a Gus solo y lo encaro.

Hablamos de música, le dije que me parecía una porquería el segundo disco de Plan V y en lugar de mandarme a la mierda, me dio la razón. Eso me descolocó absolutamente, yo estaba claramente fuera de mi eje y seguí hablando de música, no recuerdo bien todo, si recuerdo que bardeó a los Redondos.

En un momento aparece un grupo de minitas y lo atrapan para pedirle una foto. Me alejé un toque pero después de sacarse la foto, Cerati vino otra vez hasta donde yo estaba y me dijo que estaba buscando un grupo de gente nueva para armar un equipo, que se venía un disco nuevo solista (sería Bocanada) y que si me interesaba que lo hablara con Gaby que ella le iba a avisar a el.

Quedé absorto, como que ni registré lo que me había dicho y me fui.

Nunca hablé con Gaby ni avisé nada, no porque tuviera un gran trabajo (de hecho trabajaba en un call center de mierda) pero ahí viene lo que me tocó: una locura inexplicable, un nivel de autoboicot imposible de comprender.

Siempre amé a Cerati y su música y cuando finalmente apareció la oportunidad soñada simplemente me apabulló y no supe reaccionar. 

Ni que hablar de las decenas de mujeres hermosas que siempre amé y con las que no me supe explicar.

¿Qué decir de todo esto? De cuando el miedo le gana al sentido común.

Es lo que me tocó. Vivo con este estigma inexplicable.

Ya se que otros tienen problemas peores, pero no crean que la tengo fácil.



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