No entiendo el entusiasmo de los devotos de Osho (o de cualquier otro maestro) por viajar a la India.
Si Osho estaría vivo, todavía, si pudiéramos encontrar a Buda se justificaría.
Y la enseñanza básica de cualquier maestro es: la respuesta está acá y ahora, dentro tuyo.
Así que no por ir a la India a pasear te vas a iluminar, te podés iluminar en el patio de tu casa o en el balcón de tu departamento, por decir algo corriente.
Creo que las bellísimas enseñanzas espirituales de Osho se han desvirtuado, como pasa con todas las religiones convencionales. Tal vez el sea el responsable por no haber dejado designado a su sucesor antes de partir. Haber dicho: este es el iluminado que va a continuar con mi tarea cuando yo no esté.
Lo cierto es que dejó un hermoso resort en Puna, India donde hay gente (que no sabemos quienes son) que continúa con su legado. Hasta allí llegan los discípulos de todo el mundo, hacen un cursito de 10 o 15 días y después van a sus respectivos países convertidos en "maestros".
Y lo curioso es que Osho varias veces dijo que tenés que buscarte un maestro de verdad, un maestro iluminado para poder iluminarte vos. Que no cualquiera puede enseñar porque eso sería como un ciego que trata de guiar a otro ciego.
Y pasa esto en general con todas las enseñanzas espirituales: gente que hace cursos de cualquier cosa y se larga a enseñar como si nada, como si supieran de verdad.
Es todo un viva la pepa y eso hace que me meta para dentro y desconfíe de los "maestros" en general.
Meditar solo como loco malo o incluso sin meditar, que caiga la ficha sola, eso que el Zen llama la comprensión original.
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