Sufrí mucho todos los partidos de Argentina menos este contra Croacia que fue un baile nada menos que ante el actual subcampeón mundial.
El equipo fue de menor a mayor, de una derrota impensada frente a un rival débil y llega a la final con esta goleada espectacular, devolución de atenciones por lo de hace 4 años.
Messi, ya grande, juega su mejor mundial, las hace todas y encuentra los socios que antes no tenía: Julián Alvarez, Rodrigo de Paul, Enzo Fernandez, Mac Allister.
Este equipo es mucho mejor que aquel que salió subcampeón en Brasil, es mejor y tiene más que ver con nuestro ADN futbolero: toque, gol y dinámica de lo impensado.
Ahora no importa quien gana el domingo porque este equipo ya ganó y Messi demostró estar, como mínimo, a la misma altura de Maradona y Pelé.
También es un triunfo de la dirigencia, cuando se elige (por fin) gente proba para dirigir el equipo, todos: Scaloni, Aimar, Samuel, etc.
No importa pero si importa: quiero ver a Argentina campeón del mundo porque se lo merece y porque Messi se merece un cierre así para su brillante carrera deportiva.
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