martes, noviembre 03, 2020

TWITTER





Hará cosa de un mes, Twitter me suspendió la cuenta sin dar mayores explicaciones.
Intercambié varios mails con ellos pero no hubo respuestas satisfactorias.
La cuenta sigue suspendida.
Pasé por todos los estados de paranoia pensando que tal vez alguien me denunció, pero la verdad es que no estaba muy picante ni políticamente ni sexualmente hablando.
Ayer hablando con un amigo que conoce del tema caí en cuenta de mi error.
Dejé abierto mi Twitter en la notebook y lo abrí a su vez en el teléfono.
Twitter bloqueó ante la duda de que mi cuenta podía estar siendo hackeada.
Cuantas veces procedemos así, pensando que alguien nos quiere perjudicar y somos nosotros los que nos estamos mandando la cagada.


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