Mañana 7 de Agosto se cumplen exactamente 30 años de la edición del disco "Canción Animal" de Soda, considerado por muchos su obra maestra.
Disiento en eso, para mí "Signos" y "Dynamo" también son perfectos.
"Canción Animal" es si su disco más clásico, más rockero.
Recuerdo que había generado tal expectativa que me levanté un domingo a la mañana para ir a recibir el pedido de la disquería que venía de Buenos Aires. Luego a la noche, le dediqué todo mi programa de radio "115 Decibeles" en la vieja FM Cosmos. Con el querido y recordado amigo músico Fede Pita, pasamos y comentamos cada canción del disco.
Acá aparece ya el Cerati solista que creó todos los temas en su departamento y luego los completó con la banda. También la mefistofélica producción de Daniel Melero, que ya en "Dynamo" rompería a Soda en mil pedazos. Es que Gustavo siempre buscó iguales como Melero y Richard Coleman, en distintos momentos de su carrera.
Melero y Coleman siempre fueron igual de geniales que Cerati, pero el además tenía éxito masivo.
También Cerati acá pela su lado más guitarrero y entusiasma a un público que lo criticaba por hacer música demasiado plástica, light.
Por un lado sus influencias van a los años setenta: Pescado Rabioso, Led Zeppelin, etc, y por otro lado conecta inteligentemente con la movida de Madchester que surgió en esos años.
Clásico y moderno podemos decir de este disco.
Las letras, también compartidas con Melero, conjugan misticismo y sexualidad, lo que sería con los años la marca de Cerati.
Además del sonido de power trío aparecen algunos sampleos hábilmente intercalados, lo que en "Dynamo" alcanzaría el paroxismo y llevaría a Melero a ser considerado el cuarto Soda.
En la spinetteana canción "Te para tres" Gustavo habla de la enfermedad terminal de su padre, que moriría un tiempo después.
En la presentación del disco llenaron el estadio de Velez y al año siguiente hicieron 14 Gran Rex y cerraron el año en la 9 de Julio con 250.000 personas.
Habían llegado a lo más alto y todo comenzaba a irse al carajo.
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