Hace un par de días se cumplieron 17 años del extraño y nunca aclarado fallecimiento de María Gabriel Epumer.
Tenía solo 39 años y una carrera musical notable.
También tenía hermosos rasgos aborígenes que le venían de su antecesor, el Cacique Epumer, que aparece en "Una excursión a los indios ranqueles" de Lucio V. Mansilla.
Y un aura especial, no solo yo lo noté, los que la trataron de cerca pensaban lo mismo que yo.
Y lo que pensaba es: que bueno sería tener una historia con esta minita o al menos una charla.
Me la crucé una vez en un recital de Melero y otra por la calle Corrientes.
Tiene una familia de tradición musical: su abuelo guitarrista de Magaldi, su hermano Lito Epumer, músico de jazz, su tía Celeste Carballo.
Estuvo en Viuda e hijas de Roque Rol y tocó con todos, empezando por Charly.
También una copada carrera solista que seguí con atención.
Era nuestra Bjork o algo así y se fue demasiado pronto.
Dejó una estela de amor y melancolía que se notó fuerte en las redes sociales en estos días.
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