sábado, mayo 18, 2019

SER TESTIGO






Algo que me transformó y que enseña Osho, pero ya está prefigurado en el Zen y en todos los que saben, es el ser testigo.
Este mundo no es real, es ilusión. Nuestros pensamientos no son reales, aún nuestras emociones, incluso nuestro cuerpo.
Hay algo que está por encima de todo ello, elevada, eterna.
Osho la llama conciencia.
Eso es lo que nunca muere, los que nos une al Todo, a Dios.
Esta conciencia se entrena siendo testigo, observador.
Cuando nos identificamos con nuestros pensamientos y emociones, nos enloquecemos, porque no siempre son positivos.
Es como ver una película de terror y sufrir de verdad.
Uno simplemente puede tomar distancia y decir: es sólo una película y no involucrarse.
Eso es ser testigo.
Cuando uno se entrena en este observar sin involucrarse ni juzgar, la conciencia crece, se desarrolla y se toma una distancia de las ilusiones del mundo.
Están ahí, pero como una radio a la que le bajamos el volumen. Cada vez más lejana.
Los que llegaron, como Osho y Buda, dicen que en un momento se llega al silencio y vacío total.
Eso sería la iluminación.
Uno puede ser consciente en cualquier situación: caminando, corriendo, nadando, cogiendo, comiendo.
Hagan la prueba: vivan la experiencia de ser testigos.

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