jueves, mayo 09, 2019

FANTASMAS





Lacan decía cosas terribles sobre el amor y el sexo.
Del amor decía que es dar lo que no se tiene a alguien que no es.
Y de la relación sexual decía que no existe porque siempre hay como mínimo 4 personas, o sea 2 personas y sus respectivos fantasmas.
El análisis es perfecto para la esfera intelectual, de la mente, del ego.
Pero, a Dios gracias, existe la esfera de la no mente, de la meditación.
Lo que dicen Cristo, Osho y todos los místicos sobre el amor, en el sentido que todo es amor y que Dios es amor, no habla de una relación de pareja, sino del amor al Todo, a la Existencia misma.
En ese sentido, el amor con otra persona es un amor chiquito, así como existe la pequeña muerte, que es el orgasmo, existe el amor chiquito hacia otra persona.
Pero el amor chiquito te acerca también hacia ese amor universal.
Y la pequeña muerte te acerca a la gran muerte del ego.
Así que, al menos una vez en la vida, hay que perder la cabeza por amor.
Y al menos una vez en la vida hay que hacer el amor.
Pero claro, todos tenemos nuestros fantasmas:el mío es un terror inexplicable a ser lastimado por una mujer.
También conozco una chica que solo se engancha y se enamora del sufrimiento, del tango triste.
Así que más allá de las relaciones sexuales ocasionales, cuando uno conoce el Tantra, el sexo tántrico, lo que quiere es vivir un amor y una vida sexual que nos lleve hacia ese orgasmo infinito que es el amor, hacia ese placer que es el sexo como meditación y llegada al Todo.
Y en eso ando en estos días.
Dejando los fantasmas de lado, para llegar a la experiencia real.

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