QUE VUELVA LA DERECHA

Verguenza ajena me da ver a la señora presidenta de mi país toreando estúpidamente a EE.UU e Inglaterra y haciendo buenas migas con Rusia, China, Venezuela e Iran.
Esa onda tan nacional y popular de llamar imperialistas y piratas a las democracias más avanzadas del planeta, que mal o bien, con virtudes y defectos, representan el espejo donde deberíamos mirarnos.
Y en cambios sostener alianzas con países salvajes,dictaduras más o menos encubiertas, que representan lo más oscuro de la historia del mundo.
Como en una especie de rebeldía adolescente tardía, la señora bardea a Obama y a los ingleses, que si fueran realmente tan jodidos, podrían borrarnos del mapa de un plumazo, y consigue que nos pongan en la lista de los indeseables a nivel global.
Si esto es ser de izquierda, entonces que vuelva la derecha.
Obviamente ya no creo en esas categorías tan arbitrarias: un gobierno que se llama de izquierda y transa entregando todos los recursos naturales para su explotación indiscriminada, mientras que por otro lado ignora a los indígenas que estaban antes que nosotros en esta tierra, por nombrar solo dos contradicciones que se escapan del relato.
Y luego llaman derecha a Macri, que tuvo como mínimo un par de medidas super progresistas en la Ciudad de Buenos Aires, como son las bicisendas y el Metrobus, todo pensado para que el ciudadano de a pie viaje mejor.
Ni que hablar de la economía recesiva que le dejan al próximo gobierno como una bombita de tiempo alegre y colorida.
Si esto es la izquierda y Macri es la derecha, entonces lo voy a votar a Macri y espero que vuelvan las relaciones carnales con Estados Unidos de Norteamérica, la tierra de la libertad y la prosperidad.