No bien volví ayer de Buenos Aires lo que me hizo saber que estaba en casa es el olor de los tilos, un olor suave y a la vez penetrante, dulzón, embriagador.
Tengo plantas en la vereda de mi casa y las hay por toda la zona. Incluso existe un libro buenísimo de Aira que se llama "El tilo".
Googleo para averiguar algo más:
Tiene propiedades aperitivas (estimulante suave del apetito); es sedante (ligeramente hipnótico), antiespasmódico, antirreumático y un reconocido diurético (entra en la composición de numerosas tisanas para estos fines); es suave hipotensor, vasodilatador y fluidificante de la sangre. Se emplea contra los espasmos, insomnio, histerias, hipocondrías, indigestiones, artritis, litiasis renal y biliar, migrañas, etc. En usos externos, la decocción de flores es muy útil en gargarismos, enjuagues de boca y cicatrizante de heridas. Las cortezas son un buen eliminador de toxinas.
Ahora entiendo.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 22 horas.
1 comentario:
El Tilo, uno de los mejores libros de Aira. Y qué delicioso es su perfume.
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