Como un retiro espiritual en mi propia casa con la sola compañía de mi perra Sol.
Hace años que no miro televisión pero soy bastante adicto al celular y a las redes sociales.
Por ahí me entero de todo. Es una conexión tóxica.
Como tomar alcohol.
En ese sentido cada vez se hace más difícil volver a la esencia, a la fuente.
Meditando al sol en mi patio.
Saliendo a la calle a hacer las compras, interactuando con el mundo pero no perteneciendo a el.
En ese sentido leer el diario hoy día es una especie de chiste de otra época.
Pero trato de estar atento a cada momento.
Cada actividad puede ser meditativa, sagrada.
Porque este mundo es falso pero a la vez está impregnado de lo Divino.
Como es arriba es abajo.
Noto que incluso escribir suele ser puro ego, salvo muy contadas excepciones.
Obsesión por comunicar lo que en verdad no comprendo.

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