Anoche vi por segunda vez "Una batalla tras otra" y ahora tuve tiempo de percibir mejor los detalles.
Aclaro: yo solamente vi dos películas de Paul Thomas Anderson, esta y la anterior "Licorice Pizza". Tiene como diez films incluido el famoso "Petróleo Sangriento".
Me da mucha envidia (no de la sana) este tipo que tiene solo dos años más que yo y ya filmó todo lo que filmó.
Y al que le dan cientos de millones de dólares para filmar con Di Caprio, Sean Penn y Benicio del Toro como si estuviera jugando en el patio de su casa.
Una locura todo.
A ver: la película podría no ser tan larga y hasta sería más efectiva pero no, el tipo se toma su tiempo y salta de género en género caprichosamente y de manera impecable. aventuras, acción, comedia, western, espionaje.
Hace lo que se le canta el forro de las pelotas porque es un genio y los genios son así.
También la lectura socio política que hace de la realidad norteamericana actual inspirada en un libro que habla de los ochentas y de Reagan se ajusta perfectamente con lo que es hoy Trump y la vuelta de la derecha fascista.
Además nos toca de cerca porque ¿Qué son Di Caprio y sus amigos sino una especie de montoneros actuales y en EEUU?
Y el capta enseguida como no captó nadie acá la convivencia tragicómica entre revolucionarios y militares, las zonas grises, las contradicciones de unos y otros.
Y todo es de lujo: la fotografía, la música, las actuaciones, los efectos.
Y es también, en definitiva, una obra maestra de nuestro tiempo que merece arrasar con todos los Oscars.
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