sábado, octubre 08, 2022

PORNO

Miro bastante porno.

Es un arte menor, pero interesante.

Y no para de sorprenderme como hay actrices porno tanto o más bellas que las del cine convencional.

Pienso mucho en sus vidas, medio escondidas del mundo, sabiendo que las van a juzgar mal.

Un poco como las actrices famosas, pero mucho peor.

Soy muy sensible a la belleza física femenina.

Me agarra siempre como un enamoramiento bobalicón. 

Pero, curiosamente, mis mejores relaciones sexuales, las más extensas e intensas, no fueron con una mujer hermosa.

Misterios del deseo.

Siempre tuve una libido loca, imprevisible.

En ese sentido el porno es una estilización del placer.

Muy pocas veces deben disfrutar de su trabajo los actores y las actrices porno.

Incluso eso se da por cierto en las páginas porno cuando avisan que una filmación es sobre un orgasmo "real".

Belleza, deseo, disfrute, orgasmo.

¿De que hablamos cuando hablamos de acabar?

Como todo en la vida, creo que se juegan energías misteriosas en un encuentro íntimo y es imposible preverlas.

A veces la intuición nos dice verdades.

A veces la calentura se equivoca.

Y llega la saturación, el asco.

La energía sexual es energía baja como la ira y la codicia.

Pero hay formas de transformarla en algo sagrado.

Hace 3000 años en India, el Tantra descubrió eso.

Y luego, con los años,  se olvidó todo.



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