Situación: voy al cine en un Shopping de Mendoza con mi sobrina a ver "Competencia oficial". Es la única función del día. Entramos tarde. Éramos los únicos en la sala.
Pantallazo de estos tiempos tan tristes.
La nueva obra del dúo dinámico Cohn-Duprat, con guión del otro Duprat, es una coproducción con España. A lo grande. Trabajan Antonio Banderas, Penélope Cruz y nuestro Oscar Martínez.
La película fue recibida por la crítica del país de manera muy dispar: los comentarios van desde horrible a obra maestra.
Existe una pica innegable contra los hermanos Duprat y Cohn. Hay amores y odios cruzados. Se habla de que son misántropos y macristas.
Para colmo, la directora de cine que interpreta Penélope Cruz es una gastada a Lucrecia Martel.
Yo no soy ni macrista ni misántropo y me divierten mucho las películas de esta gente.
Algunos chistes son logrados y otros no. A veces se pasan un poco de rosca pero ningún drama.
Esta película, como la mayoría de ellos, funciona muy bien.
La gastada al mundo interno del cine y al ego de los actores está mas que lograda.
No lo veo como si fueran el brazo artístico del macrismo ni mucho menos. Me parece que lo trascienden ampliamente.
Y en cuanto a la misantropía: me cae peor la acidez de Lucrecia Martel y su desprecio a la Humanidad toda, que los dardos divertidos de esta gente. Incluso diría que el personaje que interpreta Penélope Cruz es el más cariñoso y logrado de la película.
En fin, que me gustó mucho la película y me da cierto orgullo bonaerense que dos bahienses hayan llegado tan lejos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario