Fui a ver "Amor bandido" con la simple expectativa de encontrarme con un thriller erótico al estilo de los que se filmaban en los ochenta cuando yo era adolescente y estaba despertando al mundo.
En aquellos films el objeto de deseo solía ser Edda Bustamante y las películas eran torpes, bizarras.
La sorpresa es que ahora la femme fatale es Romina Richi y que la película está bastante bien escrita y filmada.
No es una obra maestra ni mucho menos, es un compendio de lugares comunes, pero entretiene y por momentos sorprende.
Hay también un acercamiento al género italiano del giallo, sobre todo en la libertad creativa y la notoria ausencia de verosímil.
La película empieza contando el romance de un chico de 16 años con su profesora de 35 (muy bien Renato Quattorido y Romina Richi) pero a mitad de camino aparece un extraño (muy bien Rafael Ferro) y la película pega un violento viraje hacia el policial.
Debut en la dirección del productor Daniel Werner, es un film chiquito y cortito pero crocante.
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