Hoy 2 de febrero se festeja en muchos lugares de Norteamérica el día de la marmota, una tradición bastante boba y difícil de explicar, lo que no es el objetivo de esta nota.
De lo que sí quiero hablar es de la película de 1993 "El día de la marmota", que también se pasó mucho acá en el cable como "Hechizo del tiempo".
Escrita y dirigida por Harold Ramis y protagonizada por el gran Bill Murray junto a la bella Andie MacDowell, suele ser presentada como una comedia romántica pero es más que eso. Mucho más.
La película tiene una apuesta metafísica, espiritual infrecuente en el cine norteamericano y en cualquier cine.
Murray interpreta a un periodista mediocre y soberbio que tiene que ir a un pueblito a cubrir justamente el día de la marmota y cuando se va a levantar al otro día para irse, descubre que el 2 de febrero se vuelve a repetir. Una y otra vez.
Este fenómeno le sucede solo a el y el resto parece no darse cuenta. El periodista no sabe que hacer y la película se vuelve hermosamente loca. Comienza a sacar ventaja de su condición, luego se deprime y se suicida pero no hay caso: todo vuelve a empezar.
Hasta que encuentra el camino del bien, de la virtud, de la belleza, el amor y el arte.
Así se volverá un hombre ejemplar y conquistará a su bella productora (Mac Dowell).
La película es divertidísima pero también muy emotiva, con un uso magistral del montaje.
Da para mucho más análisis pero creo que me queda grande.
Véanla.
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