sábado, diciembre 30, 2017

HONDURAS

Ayer hice una de mis travesías favoritas de Buenos Aires, recorriendo la calle Honduras, comenzando por Palermo Hollywood, en el bar de Lucas, que ya no es más de Lucas, me dicen, se cansó y se fue a vivir a Córdoba. Luego bajé siempre por la hermosa Honduras hasta Palermo Soho, atravesé la placita Serrano y pasé por donde era el Bar Río, que desapareció, ahora es una fucking heladería. Seguí bajando Honduras y llegué a la casa de Julián, el coequiper del Rudie, alma mater de Audioperú, que anoche cerró el año en recital íntimo y privado.
No más de 20 personas encerradas en el loft palermitano de Julián, el recital estaba anunciado a las 20 horas si o si y comenzó a las 22. Un horror. En un momento me sentí asfixiado y quise huir, pero estaban las puertas de la calle cerradas. Me sentí en medio de la película "El ansia". Flasheé que eran vampiros y nos iban a morder a todos.
La ocasión ameritaba: hace 20 años vi por primera vez a Audioperú y me hice fan inmediatamente. Ese combo de electrónica con postpunk, con dark, con mucho dancing, me pudo.
Este año sacaron su séptimo disco y ya están craneando el octavo.
Todo sonó perfecto, ahí, al alcance de la mano, deliramos con el hit del 2017 que no fue: Zombie Jesus y todo terminó con un cover de.....perdiendo el control...de miguel mateos/zas...too much...cerramos todo y nos vamos...
Felisa me muero.

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