Abriendo la festejada vuelta de Jorge Alvarez como editor, de la mano de la Biblioteca Nacional, César Aira nos presenta estas "Tres historias pringlenses" que en verdad son 4 cuentos, por lo que uno presume que 3 son de Pringles y la última no. O puede ser simplemente un chiste más del pringlense más famoso.
Lo cierto es que, como en toda la profusa producción aireana, 2 cuentos son geniales y los otros dos se pierden un poco en su propio delirio.
En el caso del primero, "La iglesia" me maravilló y engañó a tal extremo que consulté con mis amigos pringlenses si algo de la historia del Padre Tomás y de la Iglesia del pueblo era verdad. Pero no, la máquina narrativa de este genio inexplicable, borra todos los límites entre realidad y ficción, metiéndose un poco en broma, un poco en serio, con el tema del catolicismo, tan caro a los sentimientos de nuestros pueblos bonaerenses. Sublime, epifánica y a la vez terrenal, esa prosa reluciente juega un poco como jugaría un chico con la filosofía y la teología.
La otra joyita es "La gallina", una reversión en clave sociopolítica de la conocida historia de la gallina de los huevos de oro, que esta vez aparece para beneficiar a una humilde familia pringlense.
¿Suena raro? Y si, es Aira, el escritor más extraño e imprevisible que se pueda encontrar en este planeta. Un escritor que hace todo para no ganar el Nobel, pero así y todo hace rato que suena como candidato allá en Suecia.
Que paradoja hermosa sería que le den el premio que le negaron al sufrido Borges a este hedonista de la imaginación, este irresponsable geniecillo travieso.
Y será justicia.
Versos tachados
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No todos los versos tachados
hablaban de vos
algunos buscaban sentido
creyendo saber lo que ha sido
morder el dolor
como si beber un vaso de arena
pu...
Hace 4 semanas.
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