sábado, mayo 05, 2012

UNA PSIQUIATRA MODELO

Entre los múltiples hallazgos que tiene la tira Graduados, sin duda el más logrado es el de la psiquiatra interpretada por Paola Barrientos. El personaje, gracioso y pasayesco, una mina chismosa que cuenta todo lo que dicen sus pacientes, famosos y no tanto, guarda en su aparente simplicidad, una oscuridad y complejidad que se las trae. Porque lo peor no es que cuente los secretos de sus pacientes, los peor es la típica sarasa, sanata que aplican los psiquiatras con sus pacientes y que aquí está tan bien reflejada. Los psiquiatras son médicos, que pueden medicar, ese es su fuerte, el resto es una base que les dan de psicología barata y que ellos pretenden que alcanza para ayudar a un paciente. Todo esto viene de EEUU, donde la psicología en general y el psicoanálisis en particular nunca prendió. Y no por casualidad. También como he visto tanto en todos lados, la gente tiende a creer que la psiquiatria es ciencia y el resto es verso. Cuando es exactamente al revés. Y conozco algo del tema porque lo viví en carne propia, nadie me lo contó. Gente de muy buena posición económica y cultura general, condena a sus hijos a ir con estos psiquiatras sanateros en lugar de permitirles la cura con la palabra. Sobre estas y otra tensiones se basa mi libro "He visto a Lucy". Me cansé de ver gente en Coronel Suárez que con hacer un poco de terapia psicoanalítica solucionaría sus problemas y en cambio la condenan a un coctel de drogas sin contención, que las empuja rápidamente al aislamiento social y familiar. Demasiada gente que no tiene nada del otro mundo termina enchalecada, internada y sufriendo electro shocks o mierdas por el estilo. El tema excede claramente estas líneas, pero digamos que culturalmente, el psicoanálisis no prendió en EEUU (excepto en Woody Allen) porque el psicoanálisis, como el budismo, de alguna forma va en contra de la sociedad de consumo. Estas disciplinas, que son difíciles de definir exactamente, ayudan a las personas a ser felices sin necesidad de desear o tener tanto. Y ahí hay un problema grave con el Primer Mundo. No por casualidad, el psicoanálisis prendió sobre todo en Francia y la Argentina, lugares que están llenos de gente inteligente y muy culta. Celebro entonces, este gran hallazgo de la tira, que la hermana aún más conmigo.

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