sábado, mayo 23, 2020

EL ILUMINADO COOL






Eckhart Tolle es un alemán que vive entre EEUU y Canadá.
No conozco mucho su historia pero parece ser alguien de muy buena posición económica que estuvo estudiando en Inglaterra una carrera más de ciencias duras y un día, por esos misterios de la vida, se iluminó.
Su primer libro "El poder del ahora" fue un bestseller mundial, impecable en lo que transmite.
O sea: nada nuevo pero muy bien contado, con lenguaje accesible y con su propio estilo.
Enseña lo mismo que Osho, a quien se cuida de nombrar nunca, ni por casualidad.
Tiene un perfil más bajo y políticamente correcto que el Maestro de la India.
Como iluminado del Primer Mundo hace intervenciones muy esclarecedoras sobre el Cristianismo.
Y como Cristo en verdad enseña lo mismo que Buda, Mahoma y todos, pero fue tergiversado y mal comprendido por sus seguidores.
O sea: lo mismo que Osho, pero más tranqui.
Luego escribió otro libro pero me pareció redundante, no aporta nada nuevo.
Allí aparece un problema con las exigencias del capitalismo salvaje de inventar maestros de la autoayuda que vendan mucho, cuando los verdaderos maestros espirituales siempre prescindieron del libro. Porque el lenguaje escrito no puede transmitir lo divino.
Por eso siempre se cultivó el traspaso oral de todas las verdades sagradas, desde hace más de 5000 años y solo en última instancia, como una decadencia, las enseñanzas se traspasaron al papel.
Pero este iluminado cool, que vive en la meca del capitalismo, se enfrenta a ese desafío: como seguir siendo fiel a la verdad y no contaminarse con toda la lacra de la cultura New Age y de la autoayuda.


1 comentario:

Zianúrica dijo...

Cuando entré a la facultad de Literatura, estaba hambrienta, era una loba de las estepas con heridas en el cuerpo infundadas por autores como Bukowski, Bolaños, los poetas malditos, Foster Wallace, David Cooper y la antisiquiatría, Dostoievski y toda la artillería lírica de las letras de rock inspiradas en la lucha obrera. Con mi férrea predilección por los Goodfellas del arte en general, me torcí de la risa cuando vi a Betty con un libro de Eckhart Tolle, vomité todo mi sarcasmo y le dije que la pasaría muy mal. A la semana llegó con un libro de Walter Rizo y antes de cerrar el semestre se retiró. Meses después la vi, salía del curso de pedagogía infantil. Con el tiempo se hizo más agudo mi deseo por adentrarme a las espesuras sombrías del bosque que ir tras la luz del ahora. No me gustó Tolle desde que leí las 8 primeras hojas del libro de Betty y nada que me permita encontrar la luz.