viernes, agosto 12, 2011

EPIFANIAS PORTEÑAS

Primero fue en el cine, cuando miraba "Super 8", la conmoción emocional que me provocó la película, uno de los raros casos cuando el extremo realismo de la película, su profunda humanidad, te hace un click y reflexionás sobre lo absurdo de tu existencia y obsesiones.
Luego, la charla con Gaba: hablando al filo de la locura y la genialidad, me aclaró para siempre que nos habían hecho creer que los famosos tenían una vida perfecta y que hay que llegar a eso. Y en realidad es todo mentira. No hay una instancia superior, la neurosis, psicosis, bondad y maldad está por doquier, tomando diversas formas.
Lo que ves es lo que hay.
Luego dijo:- En los 90 lo más era ser famoso, salir en televisión. Hoy es lo menos.

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