La secuencia es así: anoche fui a la presentación del libro de Maia, compré el libro, volví a casa y me lo leí de un tirón antes de dormirme.
El formato ayuda, es una novelita breve, muy breve. Casi un cuento.
Cuento basado en hechos reales, crónica o auto ficción, como prefieran llamarlo.
Allí Maia Debowicz nos cuenta de sus rulos, su papá, su tío, sus novios, etc.
Todo tiene un tono confesional y ligero, pero exquisito.
No cualquiera logra esa prosa diáfana, fresca, que hace foco en hechos al parecer triviales y secretos que ella convierte en una épica de la vida cotidiana.
Es la misma sencillez apasionada que Maia le imprime a sus críticas cinematográficas.
Así, su debut en la ficción se convierte en un clásico instantáneo.