La mayoría tenemos al Buda gordo y sonriente como ícono desde siempre.
Bueno, ese no es el Buda.
A ver: Buda significa iluminado y ha habido muchos iluminados a lo largo de la Historia, pero el que se entiende por Buda histórico cuando se habla de Budismo es Sidharta Gautama, nacido en la India hará unos 2500 años.
Además, por lo que se sabe, Sidharta era flaco, como la mayoría en la India.
¿Y entonces el gordo que se ríe quién es?
Ese es Hotei, un monje zen chino que se cree que vivió en el Siglo IX y que, cuenta la leyenda, iba por los pueblos llevando caramelos para los niños y riéndose.
Solo reía y reía, no decía nada.
Pero la gente y sobre todo los niños, lo adoraba.
Por eso los japoneses, que son gente muy extraña y marketinera, lo adoptaron como si fuera un ídolo, lo volvieron una especie de Papa Noel del Budismo y diseminaron su figura por todo el mundo.
Osho creó la meditación de la risa en homenaje a Hotei.
Se dió cuenta que cuando reímos, la mente detiene su parloteo.
Por lo tanto reír también puede ser meditar.
Más allá de que puede parecer un sketch capussotesco, anoche hicimos la meditación de la risa en el hermoso grupo que se reúne los lunes a la noche, cerca de Parque Centenario.
Son 20 minutos de risa continua, 20 de relax y 20 de baile.
Una experiencia inolvidable y graciosa.
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