Anoche vi "El show de los cuernos" y no podía parar con las carcajadas, hacía años que no me reía tanto.
Es una sala chica, casi under, literalmente, porque está bajo tierra y se escucha cuando pasa el subte.
Under en cuanto a la transgresión, podríamos decir y Mainstream en cuanto a la calidad de los textos y el nivel de las actrices, de diversas generaciones pero todas impecables.
Me quedé pensando en las estériles polémicas de Twitter entre feministas y recontrafeministas, que no suman y se quedan en lo meramente teórico.
Acá es pura praxis: feminista, amorosa, sexual.
Es como la diferencia entre quién escribe un tratado enorme sobre el agua sin probarla y quién se tira de cabeza a la pileta.
Todas las divas parecen llevarse de puta madre juntas, interactuan brillantemente y a la vez tienen su momento de lucimiento personal.
Párrafo aparte para mi amiga Ernestina que cierra el show con el monólogo más guarro y picante, no esperaba menos en cuanto a su fidelidad y coherencia de toda una vida para concebir el trabajo en los medios, el teatro y la política.
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