A principios de año escribí sobre Los Hoffmann. Después pasó lo que pasó, el desgraciado accidente de Sergio Denis y algunas cosas más.
Mi amigo, el Gabi Hoffman, amagó con la gira disco eterno Conlopuesto, pero solo llegó hasta Bolivia, se metió en la selva, visitó La Higuera, donde asesinaron al Che y luego el amor pudo más: volvió al pueblo y se reconcilió con la Mili. Se puso a estudiar de Cheff en Bahía Blanca y happy end. Para el verano amenazan con irse a vivir al Sur en pareja. Todo es felicidad y mientras festejamos el campeonato de Racing y fui a los ensayos del nuevo proyecto del Gabi: Maldito Gato, su combo ska-anarco-punk-conspiranoico-antimacrista, que prontó dará que escuchar y hablar.
El que no la pasó tan bien fue Héctor Omar, su tío lejano, que se cayó en un pozo en Tucumán y todavía no despertó.
Pase lo que pase, declaro mi amor eterno a nuestro héroe pop. Ya en 2015 le hice un homenaje en vida. En la radio AM de Suárez, la LU36, y se llamó, justamente: Un poco loco, como mi tema favorito de Sergio. Por allí pasaron artistas locales (obviamente estuvo tocando Conlopuesto) y entrevisté por teléfono a Albertina Carri, Pola Oloixarac, Rudie Martinez y Luis Diego Fernández.
Recuerdo que le escribí a Fede Hoffmann para explicarle que el programa era un homenaje a su padre y que me gustaría entrevistarlo. No me dieron pelota. Ese fue el primero de los desencuentros, cortocircuitos con ellos. No entendía yo porqué tanta mala onda. Pensé que era soberbia.
Luego hice otros intentos y me fue igual, hasta que alguien me explicó que el resquemor que sentían los Hoffman con Coronel Suárez y los Pueblos Alemanes es que la última vez que Sergio había estado (hacía como veinte años) mucha gente lo había bardeado, volviendo con el viejo y eterno reclamo resentido de que el había traicionado a su banda Los Bambis y se había cortado como solista.
Finalmente entendí, a todos nos pasa, que en Suárez cualquier boludo se cree con derecho a decite cualquier cosa, es algo muy idiosincrático del pueblo.
Finalmente se concretó la vuelta de Sergio Denis a su pueblo natal, San José, fue a fines del año pasado y todos contentos (masomeno).
Pero quisiera cerrar esta nota con la breve historia de como llego yo a Fede y Héctor Omar Hoffman.
En 2012 se separa Adicta, la mítica banda del Rudie Martinez. En rigor de verdad, el cantante, Toto, la abandona, estaba muy mal el y unos años después decidía terminar su vida trágicamente.
Pero la banda estaba entera y con temas nuevos. Deciden buscar un nuevo cantante, aparece Fede Hoffmann y pasan a llamarse Maldonado. Editan un disco: El arte de esquivar puñales, Sergio los lleva a todos los programas de televisión adonde lo invitaban, duran un par de años, finalmente se disuelven.
Pero la anécdota seminal de como conozco yo a Sergio Denis pasa, creo, en 2013: el Rudie me cuenta que van a tocar por primera vez en Capital con Maldonado y me dice, lacónicamente, que va a haber sorpresas. Yo no sabía quien era el vocalista, ni nada. Voy al show, era una fiesta gótica, la Eyeliner, en un colegio también gótico situado por el centro de Buenos Aires.
Toca la banda, todos temas nuevos ante el público tradicional de Adicta: darks, freakies, gays.
En un momento anuncian que tienen un invitado muy especial: Sergio Denis.
Estupor, nadie entendía nada.
Sube Sergio, canta un tema de Maldonado con Fede, su hijo y luego la locura, la debacle total.
Tocan Te quiero tanto, hit futbolero mundial y la monada estalló en un hermoso pogo ( yo incluído, obviamente).
Ese fue un momento muy loco, inesperado, hermoso de mi vida.
Pase lo que pase, así lo recordaré a Sergio, eternamente.
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