EL MARXISMO EN EL AMOR

Yo siempre tuve una curiosa tendencia marxista en el amor, entendido esto como rechazar a candidatas de mucho dinero y poder y privilegiar a las chicas humildes y trabajadoras. En cierto punto no fue consciente, y se debe a cierto resentimiento visceral hacia toda forma de poder que se aloja muy dentro mío. También están los lugares comunes tipo: los pobres son buenos y felices, los ricos están tristes y corruptos.
Pero, como buenos lugares comunes no son ciertos en muchos casos. Puede haber ricos felices y buena gente, inteligentes y viceversa. Claro que también existe la superestructura marxista, entendiendo por esto la capacidad que tienen lo más poderosos de ser transgresores y sutiles porque ocupan una posición privilegiada.
Así que podría concluir que es todo un gran quilombo, que uno no sabe con que se va a encontrar y sólo puede guiarse por su intuición.
Y que ya era hora de animarme a vivir este posmodernismo a pleno, con todas sus virtudes y contradicciones.