martes, junio 12, 2018

CONECTADO




Soy adicto a las redes sociales.
Uso mayormente Whatsapp, Blogger, Facebook, You Tube, Twitter, Google en general y seguramente me estoy olvidando de alguna.
Me causa un placer enorme estar conectado y amo este tiempo que nos permite vivir estas cosas.
Sin embargo, todos sabemos, cualquier adicción es una trampa.
Es la Matrix de la película, solo que nosotros caemos en ella, nadie nos obliga.
Osho revolucionó las meditaciones adaptándolas al Siglo XX y a su estilo de vida.
Pero tal vez no previó el Siglo XXI y esta locura de las redes.
¿Alcanzan las meditaciones activas para desconectarnos de las redes?
Que intriga.
Por lo pronto, este nivel de intensidad es casi orgásmico y el cuerpo y la cabeza no paran un segundo.
Es difícil hasta dormir en estos tiempos.
Pero es en la metrópolis donde se deben enfrentar estos desafíos y no en la zona de confort del pueblo.
Eso enseñó Osho: no aprobaba el que estaba tranquilo arriba de la montaña viviendo solo, eso era lo más fácil, decía.
Igual hoy, entonces, hay que vivir la paradoja de relajar en medio de la ciudad de la furia.


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