Hace 15 días que volví a CABA.
Típico que todos los planes que me trajeron fracasaron, o mejor dicho, no funcionaron hasta ahora.
Pero se abrieron otras puertas.
Otra gente, otra vida, otra ciudad. Yo también soy otro.
Todo cambia, todo pasa.
Las mentiras, las traiciones, los fracasos.
Y uno va aprendiendo a juntarse con gente sana. Y a sanar a los enfermos.
Dar es ayudarse.
Mutación, otra identidad, otra vida.
Recorro caminando los barrios de esta ciudad y descubro nuevos detalles a cada paso. Y luego los lugares de siempre. A los que vuelvo y a los que ya no volveré.
También otra concepción del amor y la amistad.
El mismo borrachin fumón de siempre pero ahora orientado al infinito y más allá.
La ciudad de Buenos Aires es la mujer más deseada y esquiva, la que se rinde a tus pies solo cuando dejás de mirarla anodadado y te dedicás a brillar.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 2 meses.
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