Mas allá del boom comercial, de los malos y malas imitadores/as que vinieron después, 100 Años De Soledad permanece y permanecerá como el hito fundacional de la Latinoamérica mágica.
No porque me interese particularmente el realismo mágico, sino porque ese esfuerzo descollante que hace García Márquez por traducir a palabras las historias de su aldea, lo lleva a pintar todo un continente.
La prosa también hace al relato: es mágica por acumulación de hechos, que se vuelven graciosos (en todo el sentido de la palabra), que no desaparecen con el paso del tiempo.
Ese barroco delirante inventa un estilo para contar una novela que no puede ser contada de ninguna otra forma. Eso lo ha vuelto inmortal.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 23 horas.
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