El personaje Pity Alvarez me llamó la atención desde la época de Viejas Locas, pero realmente en los dos últimos discos de su nueva banda Intoxicados parece haberse afianzado como un clásico del rock nacional.
La poesía que sale de la calle pero en serio, no la pose, hacer una canción de amor (y odio) y decir en el estribillo: y estoy orgulloso de quererte romper/ la cabeza contra la pared. El punga que le habla ceremoniosamente al sr kioskero. La ciudad que se incendia intoxicada, dentro nuestro y mas... todos los temas del disco anterior y los de éste y perlas por aquí y allá.
El enfoque de Pity sobre el barrio de clase media baja o la villa escapa de los lugares comunes del rock chabón y de la cumbia villera. El tipo tiene el don de la calle, la poesía del asfalto y sus letras y melodías surcadas por una voz sucia, trazan mapas de una ciudad gris y salvaje.
Pity Alvarez, algo así como la evolución de un tanguero en este apocalíptico siglo XXI.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 9 horas.
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