El tiempo no para, la interesante tira de Canal 9, está pensada hábilmente por Sebastián Ortega como la continuación de otras dos que hicieron historia en los 90: el toque "nuestra generación", de Verdad Consecuencia y el toque "de culto" de Son o se hacen.
Trangresiones sexuales y con drogas, mucha confusión, fragilidad, etc.
Pero el hallazgo está en el casting: en verdad todos los que ven (o los que vemos) este programa, nos acercamos básicamente por ciertas personas/personajes, es decir: se compra el estilo que vende la actriz por los medios de comunicación, respecto a su vida pública y privada: Nacha-forever young- Guevara, Dolores- soy imprevisible hasta para mi misma- Fonzi, Julieta- maduré- Ortega, Belén- soy la moderna más freak y mala de todas- Blanco. El resto acompaña, sobre todo los personajes gay que son una constante en este tipo de programas ( y otra especie de mirada femenina ).
Pero a lo que iba: uno compra primero el discurso de los actores ( o las actrices en este caso), luego Ortega los contrata y les da como marco una historia generacional para los de 30 y pico, zona común de mucha gente de nuestra generación, que también sigue e imita a los personajes que ve en la tv.
Es un intercambio, un feedback entre la realidad y la ficción ( los guionistas recurren a las historias reales, las historias reales se nutren de la ficción ), y la entrada a la masividad de ciertos códigos que fuimos aprendiendo y viviendo en los 90.
Historias fuertes, buen negocio, lo que ayer era transgresión hoy es marketing.
Lo que no está mal, pero esto yo ya lo vi, esto ya lo escuché.
Me quedo, en todo caso, con el sabor artesanal de "Soy tu fan".
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 9 horas.
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