La verdad que no le creo mucho a Faena su pose de sensei posmoderno.
Tampoco estoy capacitado para juzgar que impacto tiene en la ciudad lo que está haciendo. Lo que si me despierta simpatía es el personaje glamoroso, de bajo perfil, ambiguo, que maneja millones vaya a saber de quien y que trabaja para crear belleza.
Es una especie nueva de artista. Me da la impresión que no está pasando nada hace rato y que lo único que pasa es Alan Faena.
Es el presente absoluto, lento pero irreversible, como el porrito de la mañana.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 14 horas.
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