Recuperé el placer de ser analizado.
Uno tiene el o la psicoanalista que se merece.
El arte de curar con palabras es posible.
Tal vez tu analista te dice lo mismo que te dicen tus padres y tus amigos, pero es alguien que sabe estructurar un discurso sólido y a la vez encontrar las grietas en el tuyo.
Sino están los psiquiatras, que son gente peligrosa e ignorante, cuyo único mérito es recetar falopa legal.
La falopa legal es la que reprime las emociones.
La falopa ilegal es la que libera las emociones.
Raro este mundo donde vivimos.
También están el alcohol y el tabaco, falopas legales que te pueden hacer feliz y también matar.
O permitimos todo o prohibimos todo.
Bueno, me fui de tema, lo mío es una disgresión permanente.
Hoy mi sesión terminó con mis relaciones afectivas de hace 20 años.
Momento crucial, que nadie había señalado antes.
Continuará...
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 15 horas.
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