OSHO

Bhagwan Shri Rashnish, mejor conocido como Osho, tomó ese término de William James y significa oceánico, que se disuelve en el océano, sentimiento oceánico. Dice Osho que este término es curativo.

Nació en la India en 1931 y murió allí en 1990.

Empecé burlándome de el y cada vez más sus libros me interpelan, le hablan directamente a mi ser. Es la suerte de tener un iluminado contemporáneo, que dejó grabadas y filmadas todas sus charlas, de ahí sus decenas de libros, que fueron cuidadosamente editados por sus seguidores, ya que el no escribió ninguno.

Cuando uno practica con budistas, también es la verdad, pero se habla de un maestro que vivió hace 2500 años, puede haber errores de interpretación.

Acá no, tenemos un Buda que vivió en nuestra época y habló de ella con palabras sabias y también valientes, no era todo paz y amor y pagó caro eso, como Jesucristo.

Como todo revolucionario sigue siendo muy discutido y difamado, hay que ver solamente lo que dice Wikipedia de el, un montón de boludeces cuidadosamente editadas, para hacerlo ver como un tipo peligroso.

Y fue peligroso en otro sentido, no por malo, sino por liberador de conciencias y de vidas, que no temió enfrentarse a gobiernos y religiones.

Abrevaba de todas las fuentes, sincretismo que le dicen, hablaba desde todos los profetas iluminando sus mejores momentos y a la vez tuvo su propia prédica, una creativa y genial propuesta como son las meditaciones activas y su postura liberadora en cuanto al sexo y la vida terrenal.

Uniendo todo: lo sagrado y lo profano.

Hace poco, el diario Clarín distribuyó muchos de sus libros a solo ochenta mangos.

Háganle el juego a la corpo y consigan esos libros que son oro puro.