lunes, febrero 15, 2016

AND THE WINNER IS...QUENTIN TARANTINO...



Recién vi "Death Proof" película de Tarantino que en su momento había obviado porque me sonaba a delirio excesivo, aun hablando de un delirante como Quentin.
Desde este mismo blog ustedes han compartido mis momentos de amor/odio con este genio norteamericano de 52 años y hasta he dicho que su amigo, el chicano Robert Rodriguez, era mejor director que el.
Errar es humano. Mea culpa.
Con los años aprendí a valorar la extraordinaria capacidad de Quentin no solo para escribir diálogos ingeniosos, para musicalizar con la música más cool del mundo, para filmar como un erudito, sino y por sobre todo, su profunda veta humana, que le hace encontrar grandeza, lo mejor y peor de la raza en personajes marginales e insólitos.
Es el caso de esta extraña película de carretera, donde hay un psicópata (una vez más colosal Ken Rusell) que se le da por matar chicas hermosas con su auto a prueba de muerte. Porque el es un doble de riesgo y su auto está preparado para salvarle la vida en su trabajo.
Digo extraño el tema y los personajes pero hay mucho chiste del mundillo interno de Hollywood, el hacer protagonistas a los secundarios que no suelen tener voz.
Pero lo más maravilloso de todo es como pinta las relaciones de las chicas: como las comprende, como las ama, como las entiende. La película tiene una primera hora formidable en ese sentido y después se va un poco al carajo, pero igual está muy bien.
No me voy a olvidar nunca cuando en 1994 estudiaba Dirección de Cine y fui a ver "Pulp Fiction". Recuerdo con quien fui, a que cine. Todo.
Es que cuando vi esa película fue como si viera cine por primera vez.
Siento que el tipo me enseñó más que cualquier escuela y que en su triunfo, nos realizamos todos los que amamos el cine.
Después algunas me gustaron más y otras menos. Desorienta sus cambios salvajes de género, el hecho de tomar riesgos película tras película. Sinceramente pensé que nunca iba a superar aquel hito del gran regreso de Travolta.
Pero lo logró, en ese sentido "Bastardos sin gloria" es una joya inesperada, apoteótica y cinéfila, con el hecho de contar una historia de la Segunda Guerra Mundial con final feliz.
Ahora si, solo le resta repetirse me dije: volantazo bizarro con un western protagonizado por un cowboy de color. Salvaje. Entretenida.
Pero después, ¡otro western?
No, otra cosa.
Una especie de western mezclado con policial, mezclado con película de encerrona que lo muestra más virtuoso que nunca y más acidamente político que nunca, con esa visión terrible sobre la sociedad yanqui.
Y el aprovechamiento fenomenal de un espacio cerrado, donde otro te filma una obra de teatro, el hace maravillas.
Es loco que haya ganado dos Oscars como guionista y que Hollywood se resista a premiarlo como Director cuando hace rato que es el mejor del mundo.
Hollywood está fascinado por el vende humo ese del mexicano que no quiero nombrar y se resiste a premiar a su genio local, tal vez porque es demasiado agudo con ciertos temas.

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