Tengo de contacto en Facebook a una chica que no debe tener mucho más de 20 años. Cuando me hice amigo creía que era francesa, pero también me llamaba la atención que decía vivír en Coronel Suárez. Pensé que tal vez era una estudiante de intercambio, algo muy común en estos pagos.
Al final, después de un tiempo, me doy cuenta que es bien suarense y argentina, una excéntrica frívola y cheta, que se fotografía en lugares top o supuestamente top de Buenos Aires.
Es fina y atractiva, pero lo que más me fascina de ella ese constante y descarado montaje que hace de su vida, posando con las mejores marcas y fotografiándose siempre perfecta.
No descubro nada nuevo sobre ese amor por el artificio tan dandy.
A lo que voy es que supuestamente debería odiarla y despreciarla, pero la adoro y me excita semejante trabajo y onda que le pone para no decir nada. En cambio, las zurditas comprometidas me aburren.
Jamás la vi o si la vi no la recuerdo, aparte de miope soy distraído. Tal vez no la vaya a conocer nunca.
Pero siempre miro a ver en que anda y un par de veces apareció en mis sueños.
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