Estrenado este año en el Bafici, acabo de ver en el Emergente, el documental "Conexión Sur" una historia de la música electrónica en Argentina o más precisamente en Buenos Aires. El hombre detrás del film sin duda es Luis Marte, músico experimental, gestor de toda la movida, como por ejemplo los eventos de Fuga, entre otras y diversas actividades profesionales. Si bien es su mujer Dolores la que dirige el documental, la idea y producción es de el y Pablo Reche y podemos adivinar que es su mirada crítica y personal la que decidió quienes aparecen y quienes no. Por lo pronto, habla muy bien de el y de Reche, que teniendo sobrados antecedentes como músicos, hayan decidido no aparecer dando su testimonio.
El film despertó mi nostalgia por tantos lugares perdidos, especialmente en los noventa. Y sobre todo, parece que nos quedó grabado un lugar en especial, digo a todos: público, músicos y periodistas. Hablo de Oval, aquella hermosa casona clásica que estaba en Maipu y Marcelo T. de Alvear. En la película se aclara que el lugar duró solamente un año, el 97, es raro, en mi memoria era mucho mayor el tiempo, tal la intensidad de los recuerdos. Yo trabajaba por allí a la vuelta, en Paraguay y Florida y paraba siempre en el Oval, para tomar algo, ver un show, comer. Era un lugar lleno de gente especial, donde uno se sentía parte de algo nuevo, no solo la música, era un todo.
Allí conocí al mismo Marte que andaba mostrando su primer cassette, producido por Melero, allí vi tocar por primera vez a Audioperú, que desató una fiesta dance inolvidable y también recuerdo las jams que se hacían entre tantos grupos grossos como Klauss, Fantasías Animadas, Resonantes, etc.
Es un acierto más de Marte haber logrado este documental aunque el tema me parece que da para mucho más, son muchos años desde los setenta y muchos subgéneros de la música electrónica, una movida hoy casi invisible, que dejó una huella imborrable en mi corazón.
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