Finalmente me compro el Chevy rojo. El auto que había soñado desde mi infancia. Me lo vendió un coleccionista que lo tenía joya, una pinturita. Así me costó, pero es el sueño del pibe.
Llamo a mis viejos y les digo que el viaje inaugural es hacia Suárez, que me esperen con el almuerzo listo el domingo al mediodía.
Salgo a la mañana temprano, el clima está templado, es un día agradable de invierno.
Voy solo, es un placer que me quería reservar, un gusto que esperé toda la vida.
Tomo por la autopista Ezeiza- Cañuelas y todo transcurre normalmente hasta llegar a la mitad del viaje, Bolivar. A partir de allí se levanta una extraña niebla que no me deja ver a 10 metros de distancia. Bajo la velocidad y me refugio detrás de un camión, no sea cosa que por pasarlo haga una boludez.
Curiosamente, la niebla dura hasta pasando Guamini, a 50 kilómetros de Suárez, ahí me relajo y acelero. Son las 12.30 hs y están esperándome para comer.
Entro en la ciudad a las apuradas, pero algo raro me hace detener la velocidad: en la salida del pueblo ya no se levantan esos chalets hermosos, sólo hay terrenos baldíos. Tengo un deja vu pero no sé interpretarlo.
Me sorprendo más cuando me doy cuenta de que me paso de largo la casa de mis viejos y no sé adonde me dirijo. Me dejo llevar.
El auto se detiene en la casa de Teto y Tona, mis abuelos. La casa es definitivamente la de la infancia. No como quedó arreglada desde que la vendimos después de que ellos murieran.
Desciendo y toco el timbre: me atiende la abuela y me abraza fuerte. Está igual que como la recordaba. Cuando entro está el abuelo, mis viejos, mis hermanos, mis primos y mis tíos.
El único que está cambiado soy yo. Ya no soy el chico de antes.
Sirven los ravioles en la mesa y todos se sientan, dejándome la cabecera libre.
Y ya no necesito preguntar nada.
Pablo Miravent
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 2 semanas.
7 comentarios:
Bravo Pablo!
Gracias Carlos!!
Es algo que significa mucho para mi. El cuento y el elogio.
Somos como las putas que nos pasamos alabándonos!!
Muy bueno, es como un cuento muy real, lastima que era un chevy, un detalle, pero si hubiese sido un Falcon Sprint el cuento hubiera sido Fantastico, Brillante !!! Hubiese sido, pero no fue
qué bueno está!
cada vez vez mas afiatado! hdp! insna envidia! tja!!!!
nos vemos!
Gracias a todos.
Y no tengo la más puta idea de que es un Falcon Sprint, pero mejor que el Chevy no hay!!
Muy bueno lo que estás escribiendo, Pablo!(este cuento, el poema, etc.)
Muy bueno lo que estás viviendo!Me alegra realmente y lo celebro.
Un abrazo
Gracias Natalia!!
Parece que estamos a full toda la cofradía!!
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