lunes, julio 21, 2008

SIEMPRE LEEMOS


Ayer continué con la lectura de varios maravillosos cuentos extraños y por la noche volví a ver "Charlie y la fábrica de chocolate".
Basada en un cuento del gran Roald Dahl, esta maravillosa recreación de Tim Burton está entre lo más alto de su producción y cuenta con la actuación consagratoria de Johnny Deep (por si le hacía falta alguna).
Leer es participar de los sueños de los que lo escribieron, ellos se murieron, son historia pero sus sueños y pesadillas viven cada vez que los releemos.
Es un mundo virtual en donde los escritores dejamos un legado que intenta ser amable, entretener al lector (a veces).
Pero siempre leemos: leemos las películas, el discurso de los demás, la paranoia lee y no deja de leer nunca.
Primero la película de Burton me pareció de una esencia zen detras de su portentosa imagineria visual. Gana Charlie, el niño pobre e inocente que conserva la frescura, la pureza que Willy Wonka sabe que es necesaria para ser el mejor chocolatero. El que mejor haga el disfrute de los niños.
Pero Willy, el genio excéntrico, el paranoico que no creció, también recibirá una lección y cerrará una herida de su pasado. Y todo será felicidad.
Después me acosté a dormir y terminé la Antologia de Walsh con un cuento perturbador: "El anticipador". De un autor que se me escapa, pero para nada conocido, narra la pesadilla de un escritor que siempre es anticipado en sus historias por otro de menor talento. Eso lo llevará a la locura y la muerte.
Y en el medio se deslizan deliciosos comentarios sobre las obsesiones de los que escribimos.
Leer implica traducir. Esos garabatos en el papel son una puerta abierta al infinito, a lo mejor y lo peor. Una caja de Pandora.
Y es una elección de la cual nunca me voy a arrepentir.

1 comentario:

SUPERSEXTO dijo...

participo de tu amor por la lectura como espectador.. con igual fruición arremeto con la musica...

los vicios son hermosos... me gustaría tener tu vicio... más adelante tal vez...

saludos