A partir del sábado, voy a jugar la Semifinal del Campeonato Argentino de Ajedrez.
Algo que nunca hice, ahora se da la oportunidad y no la quiero desaprovechar.
Igual es un delirio, hace años que no entreno y el nivel me supera ampliamente.
Es como que me den la oportunidad de jugar en la Primera de Racing, junto al Licha, a Centurión y a la Joya Lautaro. Obvio que tengo panza cerveceril y que no estoy a la altura de las circunstancias, pero quien me quita lo bailado y la emoción.
Y guarda, porque puedo meter alguna que otra sorpresa, tengo la magia intacta.
Pero, sobretodo, soy feliz de hallarme, de ser el payaso que se divierte y divierte a los demás.
Después de la meditación, viene el regreso a la mente.
Fuera de la dualidad, me divierto cuando soy consciente y cuando soy inconsciente.
Soy un payaso feliz.
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