Hace rato que las almas bellas de Coronel Suárez le reclaman al Ejecutivo su inacción frente a jaurías de perros que andan sueltos por la ciudad.
Los pobres pichichos rompen las bolsas de basura en busca de alimento y alguna que otra vez han mordido a alguien.
¿De que más se los acusa? ¿De ladrar? Perro que ladra no muerde.
¿Cuál sería la solución? ¿Meterlos en esa perrera inmunda que hay en las afueras?
Más de uno me ha seguido a casa y le he dado algo de comer y de beber.
Quien sabe porqué un perro te busca, que mensaje divino trae.
Son criaturas de Dios, salvajes e inofensivas.
El orden y la limpieza vienen de la mente humana.
Dios creó un mundo hermoso y anárquico.
Vive y deja vivir.
Y ama a los perros.
Bah, a todos, pero a los perros más.
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